B. Cuantificación de los impactos de cambios en el uso de la tierra sobre la provisión y regulación de servicios ecosistémicos
En base de un estudio multi-temporal, se cuantificara los cambios en la provisión y regulación de los servicios ecosistémicos debido a los cambios en el uso de la tierra. Se utilizar la información espacial del inventario del patrimonio natural para cuantificar los cambios en la cobertura vegetal durante las dos últimas décadas. El análisis a escala nacional será basado en los resultados de estudios pilotos realizados en el país.
Estudios pilotos en el Austro Ecuatoriano realizados en el ámbito de dos proyectos interuniversitarios (CUD PIC, BelSpo Stereo) con la Universidad de Cuenca, Universite Catholique de Louvain (Belgica) y KULeuven (Belgica) han demostrado que la cobertura vegetal es un elemento clave para la provisión y regulación de agua, la regulación de erosión y mitigación de riesgos naturales.
Provisión y regulación de agua
Las actividades humanas han transformado la regulación hidrológica en ecosistemas Andinas. En los ambientes antrópicas, el cambio del uso y la cobertura de la tierra tiene un efecto profundo sobre los flujos de agua y sedimento.
Como estudio piloto (Molina, Vanacker et al., 2012), se ha trabajado en la cuenca del Rio Jadan (300 km2) que se encuentra en los Andes ecuatorianos, y es caracterizado por cambios rápidos en los bosques desde los años 1960. La región está caracterizado por un paisaje con pendientes moderadas a fuertes, con 1/3 parte de la región teniendo pendientes > 40%. La precipitación anual varía entre 600 y 1100 mm, y tiene una alta variabilidad interanual. La intensidad máxima de precipitación en 24h se estima en 42mm. La reconstrucción de los cambios en la cobertura vegetal ha sido realizada a partir de fotografías aéreas de 1963 y 1995 y una imagen ASTER del año 2007.
El cambio en la cobertura forestal ocurre en distintas regiones, con una deforestación masiva en las partes altas y remotas y una reforestación con especies exóticas en las partes bajas (y degradadas) de la cuenca hidrográfica. Nuestros datos muestran que los cambios en el régimen hidrológico son asociados con cambios antrópicos en el tipo y la densidad de la vegetación. El aumento en el flujo de base esta probablemente relacionado con la conversión de bosques nativos a tierras agrícolas.
Reforestación no reduce automáticamente el caudal anual. La reforestación ha sido realizada en zonas extremamente degradadas que no producían flujo de base antes de su restauración.
El establecimiento de vegetación herbáceo en las zonas reforestadas ha contribuido a mejorar la regulación hídrica de las cuencas degradados, por haber aumentado la retención de sedimentos y la infiltración de agua de escorrentía.
“El daño causado por la erosión en las montañas tropicales puede ser prácticamente reversible de aplicarse un intenso programa de reforestación, lo que devuelve a los países en vías de desarrollo la esperanza de reintegrar a su sistema de producción áreas de cultivo que se creían perdidas”
Gracias al uso de una nueva técnica de datación de isótopos (10Be, 26Al) aplicada a sedimentos fluviales, se ha establecido una nueva metodología para cuantificar el impacto de las actividades antrópicos en los procesos de erosión en zonas de alta montaña. Esta metodología que fue desarrollada y aplicada por primera vez en los Andes en la Cuenca del Rio Paute en el Austro Ecuatoriano (Vanacker et al., 2007; 2014).
Los resultados demuestran que las tasas de erosión actual están hasta 100 veces más altas que las tasas de erosión geológica. La disminución de la cobertura vegetal (sea por sobre-pastoreo o cultivación) ha acelerada las tazas de erosión. Sin embargo, los datos también demuestran que la revegetación (sea por recolonización vegetal o reforestación) es una medida muy eficiente para reducir las tazas aceleradas de erosión hídrica.