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Senescyt cierra marzo con Panel sobre el papel de la mujer en la educación superior

La EPN fue la sede del Panel: Mujeres en la educación superior.

Boletín de prensa Nº 066

Quito, 28 de marzo de 2019

Analizar la situación de las mujeres en la educación superior y su participación en el campo científico y tecnológico, fue el objetivo del Panel organizado por la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), junto a la Escuela Politécnica Nacional.

Docentes, científicas, estudiantes, innovadoras, expertas en género e interesados en conocer la situación de las mujeres en el campo académico, se dieron cita a este espacio, que si bien reconoce la ampliación del acceso de la mujer a la educación superior, plantea como insuficiente su presencia en puestos que requieren toma de decisiones.

Mónica Mancero, subsecretaria general de Educación Superior, destacó que para vencer las barreras de género, desde la Senescyt, se trabaja en el diseño de políticas que disminuyan la brecha de ingreso y culminación de carrera de mujeres en la educación superior.

En esa línea, señaló que actualmente existen políticas de acción afirmativa para mujeres que hayan sufrido violencia de género: becas con énfasis en estudiantes víctimas de violencia, concursos de investigación con enfoque de género y derechos, entre otros.

Protocolo

Otra medida implementada fue la creación de un Protocolo de actuación en casos de violencia de género, que ha sido acogido por numerosas universidades y tomado en cuenta para la redacción de normativas similares en diferentes instituciones de educación superior.

Entre los desafíos que puntualizó la Subsecretaria, está el de seguir “feminizando” la matrícula, realidad que ya se nota en universidades y escuelas politécnicas, pues para el 2018 contaron con, aproximadamente, 270.000 mujeres frente a 240.000 hombres.

Lamentablemente, dijo, esta situación no se replica en institutos técnicos y tecnológicos, en donde se registran 77.000 hombres matriculados frente a 75.000 mujeres.

Añadió que, en el caso de docentes la situación es más preocupante, pues aún existe una minoría. En el 2018, las universidades y escuelas politécnicas contaron con 29.033 docentes mujeres y 44.536 hombres.

Lo mismo ocurre cuando se habla del ejercicio de poder en los institutos técnicos y tecnológicos. En el cargo de rectoras hay 19 mujeres frente a 34 hombres. “Las mujeres siguen siendo mayoría en puestos de servicios y no en cargos de toma de decisiones”, dijo.

Indicó que los estereotipos de género continúan vigentes en la elección de opciones universitarias, ya que en carreras de ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas, la brecha entre hombres y mujeres matriculados es del 115 %.

Igualdad

La presidenta del Consejo de Educación Superior (CES), Catalina Vélez, calificó a la educación como una herramienta para la igualdad y la libertad, por lo que resulta peligroso que la academia sea percibida como elitista y patriarcal, en cuanto a su cultura, estructura y valores.

Para Vélez, el problema central no es el acceso de las mujeres a la educación superior, sino cuántas concluyen su carrera y cuántas se desempeñan en su profesión, y es precisamente ahí “en donde como autoridades de control tenemos responsabilidad de implantar cambios reales”.

Ana María Goetschel, docente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), pidió no olvidar la lucha histórica de las mujeres. “Tendemos a creer que son concesiones del Estado y no tomamos en cuenta lo que las mujeres lucharon”.

Explicó que aunque hay una fuerte campaña para erradicar la violencia de género, esta aún prevalece al interior de las aulas e incluso es replicada por docentes mujeres que repiten patrones machistas. “No olvidemos que la lucha de las mujeres en la educación superior tiene que ver con una toma de posición política en temas de género, lucha en la que estamos inmersos todos”.

Por su parte, Ruth Moya, miembro de la Comisión Interna de la Universidad Amawtay Wasi, subrayó la importancia de que exista una articulación entre quienes hacen política pública de educación y quienes protagonizan la conciencia identitaria.

Reconoció el aumento del ingreso de mujeres y de mujeres indígenas a la educación primaria, secundaria y superior e insistió que todavía persisten brechas que requieren ser vencidas. A su criterio, uno de los avances y puntos de partida es el reconocimiento de la plurinacionalidad en el marco normativo nacional.

Finalmente, Florinella Muñoz, rectora de la EPN, reconoció la importancia de este espacio que visibiliza el papel de las mujeres en la sociedad y en la educación superior y que sirve para no olvidar que la lucha por conquistar espacios sigue vigente. “No nos conformemos con la participación que tenemos, aún hay caminos por recorrer y obstáculos que vencer”.