Ecuador ha implementado bases sólidas para un ecosistema de innovación
Boletín de prensa No. 133
Quito, 28 de mayo de 2019
En Ecuador, como en el resto de países latinoamericanos, la innovación está cada vez más presente en las universidades, empresas, estudiantes, docentes y en la sociedad en general, como un mecanismo agregador de valor a partir de la producción de conocimiento creativo y pertinente que pueda generar emprendimientos, empleo y diversificar la economía.
Hace apenas una década, en nuestro país se establecieron los primeros lineamientos normativos y regulatorios. En 2008, la Constitución del Ecuador instituyó por primera vez la necesidad de consolidar el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología, Innovación y Saberes Ancestrales.
En 2016, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT), como instancia rectora de la política de educación superior, ciencia, tecnología e innovación, promulgó cuerpos normativos como el Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación que, en términos generales, provee incentivos administrativos, financieros y tributarios a la innovación social, la investigación responsable y el fortalecimiento del talento humano.
Gracias a estas iniciativas se han impulsado programas de fortalecimiento del talento humano, por medio de la adjudicación de becas que han beneficiado a 31.410 personas, de las cuales el 37 % cursó su formación en el exterior y hoy transfieren sus conocimientos en instituciones de educación superior y en el sector productivo.
Paralelamente, se ha dotado de infraestructura física y tecnológica a las universidades, escuelas politécnicas e institutos técnicos y tecnológicos, por medio de la compra de equipos, mejoramiento de la infraestructura e insumos para la investigación, destinando, aproximadamente, 97,3 millones de dólares.
Alianzas
La Senescyt ha fortalecido el trabajo colaborativo en red. Un claro ejemplo son los seis HUB de Innovación y Transferencia de Tecnología implementados a nivel nacional, que articulan a 52 instituciones de educación superior públicas y privadas y han implicado una inversión de 1.8 millones de dólares.
Los HUBs potencian el trabajo colaborativo entre la academia, el sector productivo y el público, respondiendo a demandas sociales y potenciando la vocación productiva del territorio.
La SENESCYT también ha fortalecido programas como el Banco de Ideas, un portal que otorga capital semilla de hasta 50 mil dólares a los proyectos seleccionados de un proceso riguroso de evaluación, en el que participan especialistas de diferentes partes del mundo. Hasta la fecha ha financiado y acompañado a 48 proyectos innovadores, con una inversión de 2.3 millones de dólares, que han generado ventas por alrededor de 800.000 dólares.
Otra línea de acción para fomentar la innovación en el país son los retos de innovación abierta que motivan la participación ciudadana para que sus ideas pueden solucionar cualquier requerimiento de empresas privadas. A la fecha, la SENESCYT ha publicado 10 retos en los que han participado alrededor de 696 proyectos.
Investigación
En términos de investigación, la SENESCYT ha generado mecanismos para promover la producción de conocimiento científico vía investigaciones pertinentes, a través de dos programas específicos: a) el programa INÉDITA, que destinará seis millones de dólares para 53 proyectos de investigación seleccionados; y, b) el programa Conocimiento en Red, cuyo resultado, hasta la fecha, ha sido la conformación de 62 redes entre académicas, culturales, de innovación social y de investigación registradas a nivel nacional, que promueven eventos y publicaciones de carácter científico.
Proteger esas innovaciones requiere, asimismo, acciones estratégicas, que se realizan por medio de nueve Centros de Apoyo a la Tecnología y la Innovación, que ayudan a proteger la propiedad intelectual de los inventores de las universidades, brindando una asesoría continua, desde la identificación de potenciales inventos hasta su posible comercialización.
Convencida de la importancia que tiene el fomento de la investigación y la innovación para el país, la SENESCYT está pronta a lanzar una nueva convocatoria pública que busca aprovechar los procesos investigativos y promover la transferencia de tecnología. El Programa Nacional de Financiamiento para la Transferencia de Tecnología tiene como objetivo transferir los resultados obtenidos en proyectos de investigación científica y/o desarrollo tecnológico al sector productivo o social, de tal manera que se optimicen recursos y se obtengan mayores resultados. La primera convocatoria tendrá un presupuesto de 500.000 dólares.
Finalmente, la SENESCYT y el Gobierno Nacional han visto la importancia de contar con un Plan Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación, Ecuador 2030, que trace los horizontes estratégicos para fortalecer la capacidad y la política en esta materia de aquí al 2030.
Este Plan se construirá de manera participativa, junto a los actores del sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación: investigadores, innovadores, estudiantes, emprendedores, estudiantes y docentes de universidades y de institutos tecnológicos, entre otros actores sociales y estatales.
El Plan nos permitirá:
1. Impulsar la investigación científica, tecnológica y la innovación orientada a la solución de problemas y satisfacción de demandas en áreas estratégicas prioritarias para Ecuador al 2030, como Nanotecnología, Bio-economía, Agroindustria Sostenible, Industrias Naranja, Economía Digital, entre otras.
2. Fortalecer la sinergia entre el sector público, privado y la universidad para promover el desarrollo de ciencia, la tecnología e innovación en las áreas definidas como estratégicas y prioritarias para Ecuador al 2030.
3. Impulsar la transferencia de conocimientos e innovaciones tecnológicas desde la universidad al sector público y privado con miras a estimular la competitividad en productos nacionales en el mercado nacional e internacional.
4. Articular e integrar las políticas de ciencia, tecnología e innovación con las políticas económicas, sociales, ambientales e institucionales, fortaleciendo las capacidades generales de ciencia, tecnología e innovación.
A través de estas políticas, alianzas y programas, Ecuador potencia el bien intangible más importante: el conocimiento, y con ello desafía la cotidianidad, lo usual, centrándose en fomentar las capacidades, ideas y talento creativo de los ecuatorianos, buscando reducir la inequidad social, disminuir la brecha tecnológica y promover la sostenibilidad ambiental.