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Javier Egüez, científico y joven determinante que marca la diferencia

Boletín de Prensa No. 196

Quito, 1 de noviembre de 2013

Su infancia fue una etapa muy activa. Su madre le incentivó a ir más allá de lo tradicional, por lo que desde muy pequeño se involucró en actividades extra curriculares para complementar su día a día.

Una de las actividades que marcó la vida para Javier Egüez fue estudiar música desde los 8 años en el Conservatorio Nacional, esto despertó su creatividad, intuición, imaginación y sensibilidad.

En la etapa del colegio, continuó con el mismo ímpetu, se involucró con el modelo de la Organización de las Naciones Unidas, que le permitió generar la capacidad de ver las cosas desde otro contexto, poniéndose en el lugar de los otros y preocupándose por la realidad de diferentes países, sus culturas e ideologías.

Al momento de escoger su carrera universitaria, se inclinó por la Ingeniería Industrial, por ser una profesión que ofrecía muchas oportunidades laborales. En el camino descubrió que la mayor parte de conceptos, metodologías y filosofía dentro de su carrera provenían de la cultura japonesa, esto le motivó a estudiar el idioma y posteriormente viajar a este país.

Una vez que se gradúo de la universidad, aplicó en  la Embajada de Japón y obtuvo una beca para realizar sus estudios de doctorado, permaneciendo en este país oriental durante 7 años; tiempo en el que también trabajó y llegó a adaptarse a una cultura disciplinaria, amable y con la concepción de la preservación de la armonía.

El regreso a su país natal, se realizó por la vinculación al Proyecto Prometeo de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación y gracias a este trabaja en la Secretaría Nacional de la Administración Pública (SNAP), donde está realizando la reestructuración de la Función Ejecutiva, aportando al fortalecimiento institucional.

El hilo conductor de su vida es, sin duda, la perseverancia, el análisis y la sinceridad consigo mismo, por lo que afirma con certeza que la autoevaluación y el autoconocimiento son pilares importantes para el campo de la Investigación y la vida diaria. Con esto, nos hace una invitación para que como individuos no perdamos la condición de permanente curiosidad. Para Javier, obtener su PHD, significó plasmar en un papel el grado de curiosidad que tenía respecto de determinados temas.