Danny Daniel Caicedo: enamorado de la justicia, la patria y la vida
Boletín de Prensa No. 025
Quito, 30 de enero de 2014
El becario Dany Daniel Caicedo estudia la Constitución del Ecuador con el apoyo de su sobrino y una grabadora de voz
Dany Daniel Caicedo tiene 33 años y un sueño. Él quiere llegar a ser abogado para defender los derechos de las personas no videntes y crear normativas que les garanticen una vida digna.
El joven, de tez morena y sonrisa amplia, afirma que en los últimos siete años la situación para los no videntes ha mejorado en el país. En el Examen Nacional para la Educación Superior (ENES) de 2013, dos maestras le realizaron las preguntas de forma oral y él las respondió. Así Dany obtuvo 792/1.000 puntos y se hizo acreedor a una beca para grupos prioritarios, dentro de los que se contempla a las personas con discapacidad y beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano. Por esta razón, recibe la mitad de un salario básico cada mes y puede dedicar la totalidad de su tiempo para estudiar la carrera de Derecho en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil.
Dany Daniel es oriundo de Muisne, cuenta que cuando tenía tres años migró junto a su madre y seis hermanos hasta Guayaquil, se instalaron en el barrio Pancho Jácome, en el norte de la urbe, de tierras enlodadas y casas sin puerta, recuerda. El barrio no ha cambiado mucho desde aquellos días.
A los 10 años ingresó a la Escuela “4 de Enero”, ahí aprendió como leer y escribir en sistema braille, el cual se basa en seis puntos en alto relieve que toca con las yemas de sus dedos para reconocer letras, números y signos. También aprendió a tocar la guitarra y la flauta; conoció las definiciones de timbre, intensidad y altura. A los 17 años, Dany fue abanderado de su escuela, pero su anhelo de estudiar no quedó ahí. Cursó el bachillerato en los colegios 13 de Abril y Juan de Dios Martínez.
Dany combinaba a menudo sus actividades escolares con el trabajo, era telefonista en la Av. 9 de Octubre, centro de Guayaquil y estudiaba en las noches.
Relata que la emoción le invadió cuando se enteró que tendría una beca. “Antes nadie habría apostado por el talento de una persona con discapacidad. Me siento muy contento con el proceso político que vive el país, con esta forma de hacer patria. Ahora los no videntes somos incluidos, somos protagonistas de la transformación social”.
Con entusiasmo y compromiso, Danny Daniel registra sus clases en una grabadora de voz y cuando requiere leer la Constitución Política del Estado le pide a su sobrino Marco que lo haga. Como muchos otros estudiantes, Danny Daniel es beneficiario de una beca para personas con discapacidad. El objetivo de este componente es brindar igualdad de oportunidades a estudiantes con discapacidad, que posean carnet del Consejo Nacional de Discapacidades (Conadis), para que mediante el acceso a la educación superior puedan superar las brechas de pobreza socioeconómica y exclusión.