Un complejo cultural que recrea la historia del norte del país con ciencia y tecnología actual
Boletín de Prensa No. 126
Quito, 5 de mayo 2014
Robots y otros sistemas virtuales en la Fábrica Textil Imbabura
Este lunes 5 de mayo de 2014, a las 16:30 se inaugurará el Complejo Cultural Fábrica Textil Imbabura, edificado sobre lo que fue el referente de la industria textil y el movimiento obrero en el Ecuador durante siete décadas.
La Fábrica Textil Imbabura fue uno de los ejes y motor para el desarrollo socioeconómico de Atuntaqui desde 1924 hasta mediados de los 90’s, por esta razón el Gobierno Nacional en alianza estratégica con el Gobierno Cantonal de Antonio Ante recupera este espacio con valor histórico, cultural, social y productivo para el norte del país.
“La presencia de esta empresa, significó el génesis de la industria textil en el país y contribuyó a elevar el sentido de pertenencia de los anteños”, explica Miguel Posso, actual gerente y autor del libro “Fábrica Textil Imbabura, la historia”.
El objetivo es rescatar la cultura y el patrimonio de la zona, mediante la ciencia y la tecnología actual para su continuo fomento productivo, explica María Inés Rivadeneira, Coordinadora de Saberes Ancestrales de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, quien añade que este “será un espacio de educación no formal que acercará la actividad científica a la ciudadanía mediante experiencias lúdicas”.
Así, robots que explican la relación entre los 3 000 obreros que operaron la maquinaria de esta fábrica, los telares, los tintes y los hilos, son algunos de los recursos científicos y tecnológicos que permiten a los visitantes aprender mediante la experiencia.
El complejo está compuesto por tres áreas: artesanal, de recreación, de eventos y convenciones. El espacio artesanal recrea la relación entre los obreros y la fábrica textil centenaria mediante la robótica y la alta tecnología. “Es un viaje al pasado, una lectura al pasado desde la tecnología moderna”, señala Rivadeneira.
El Taller de Innovación expone la muestra “Tras los pasos de Da Vinci”, que invita al visitante a descubrir su faceta de innovador y científico. “Es un área interactiva que fomenta la educación mediante lo lúdico y el juego, mientras juegas te acercas a Da Vinci, el científico, inventor y artista para que puedas seguir sus pasos; crear e innovar”, afirma la funcionaria.
Además, se encuentra el taller de los Pequeños Innovadores que desarrolla la motricidad fina y gruesa en los niños de 0 a 5 años mediante diversas metodologías, y sobre todo promueve su interés por la ciencia motivándolos a experimentar y crear.
El área de convenciones esta compuesta por un restaurante, un centro de fomento productivo, aulas y un auditorio con capacidad para 400 personas, denominado Club “LIA”, nombre que da cuenta de la historia de la Casa Obrera, el Club de Gimnasia, la espantosa muerte del técnico José Vilageliú, la crisis económica luego de la muerte del técnico español, los diferentes paros laborales, la ayuda de la fábrica y de los anteños a la construcción de un tramo del ferrocarril, la banda de la fábrica, el culto a su Patrona (La Dolorosa), etc., etc, parafraseando a Posso.
Este espacio cultural se edificó con una inversión total de 17 millones, provenientes del Ejecutivo, el Ministerio de Cultura y Patrimonio, la Secretaría de Educación Superior Ciencia, Tecnología e Innovación, el Ministerio de Industrias y Productividad, el Ministerio de Turismo, Ferrocarriles del Ecuador, la Empresa Eléctrica del Norte y el Sistema Electrónico para la Contratación Pública.
Así la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, bajo la premisa de que la ciencia es para todas y todos, busca popularizarla y democratizarla partiendo de la historia y los saberes de los pueblos, “se trata de la divulgación de la ciencia y la tecnología para generar nuevos innovadores”, culmina Rivadeneira.