Saltar al contenido principal

Expertos Prometeos opinan sobre el Ecuador y su crecimiento internacional en competitividad

 

De acuerdo a la publicación del Foro Económico Mundial, del pasado mes de septiembre, Ecuador ascendió 15 lugares en el ranking de competitividad mundial, entre 2012 y 2013. Este logro se da en medio de un ambiente en que “la economía global ha resaltado el rol cada vez más importante de los mercados emergentes y las economías en desarrollo”, según este informe.

En este contexto, la revista colombiana ‘Dinero’ publicó un artículo que destaca la inversión del Gobierno ecuatoriano en infraestructura, educación superior e innovación, como factores clave en este cambio. Pero, ¿Qué implica esta valoración y cómo inciden estos factores en la construcción de un país más competitivo? Dos Prometeos brindan su visión sobre el tema.

“La competitividad es la capacidad de un Estado para crear un sistema de crecimiento, definido por el conjunto de instituciones y políticas de Gobierno”, explicó Caterina Tuci, investigadora que forma parte del Proyecto Prometeo, quien actualmente colabora en el Ministerio Coordinador de la Producción, Empleo y Competitividad. Además, esta científica asegura que una inversión alta garantiza un crecimiento a largo plazo. En su opinión, la transformación de la educación superior e innovación es lo que permitirá el cambio de la matriz productiva, pasar de recursos limitados a ilimitados como el conocimiento, la creatividad y la imaginación.

 

Educar e innovar

“El esfuerzo que hace el país en educación superior es único en el mundo”. Asegura el Prometeo Sebastián Bruque. Los programas de becas; el control y evaluación de la calidad universitaria; los proyectos de investigación, junto a las políticas científicas y académicas de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, está dirigida al desarrollo del talento humano ecuatoriano con altas competencias para abordar el desarrollo técnico y productivo. Este experto afirma que “ese esfuerzo tendrá frutos a largo plazo”. Asimismo, estima que dentro de los próximos cinco u ocho años, los estudiantes aumentarán el capital intelectual y científico del Ecuador. “Los resultados no se pueden ver aún, pero son previsibles, de esta forma aumentará el número de patentes nacionales, habrá nuevas empresas de base tecnológica”, agrega.

Bruque explica que la innovación es una consecuencia directa de la investigación aplicada a desarrollar un producto, proceso, servicio o método organizativo. Además de estar ligada a la transferencia y demanda de tecnología, “El Ecuador tiene una alta demanda tecnológica, pero poca transferencia”, añaden.

De su lado, Tuci sostiene que el desafío no es solo la importación de tecnología, sino la capacidad de mantenerla, apropiarse de ella y hacerla crecer. “Programas como el Proyecto Prometeo sirven como semilleros para sembrar inquietudes, estimular el talento de las universidades y generar proyectos de investigación”, enfatiza.

Finalmente, Bruque señala que el reto ahora es articular todas las investigaciones bajo un plan nacional. “Ahora estamos discutiendo lineamientos de políticas científicas en las cuales está incluido un Plan Nacional de Investigación”. El experto colabora con la Subsecretaría de Tecnología e Innovación en el desarrollo de estas regulaciones que  articulan el esfuerzo de los investigadores.